El partido contra el Depor era importante, todos lo son, pero el de ayer más si cabe, después de tres partidos sin ganar se hacía necesario sumar los tres puntos, para que la situación siga siendo tranquila. Y al final se sumaron, de forma agónica pero merecida.
La primera parte fue de un dominio abrumador del Sporting, sobre todo después de la expulsión de Aranzubía y el resultado al descanso (1-0) era corto para los merecimientos de unos y otros.
En la segunda parte cambió totalmente el panorama. El equipo salió sin tensión, en la grada tampoco la había, parecía que ya teníamos el partido ganado y que no nos jugábamos nada. El Depor llegaba, aunque no creaba excesivo peligro, hasta que el ex-carbayon Adrián se encargo de despertarnos a todos. 1-1 y vuelta a empezar.
El público empezó a ponerse nervioso y se oyeron hasta pitos, ¿quien lo iba a decir al descanso? y el equipo volvió a enchufarse, hubo ocasiones por parte y parte hasta que ya en el descuento un piscinazo de Kike Mateo originó el penalty que nos dio la victoria.
Pitos al equipo.
Ya lo puse anteriormente en algún otro post, pero hoy quiero repetirme. ¡Que pronto se nos olvidan los años que pasamos en segunda! ¡Que exigentes se vuelven algunos cuando las cosas se tuercen! ¡Que fácil ye pitar a los de casa y animar sólo si tamos ganando o jugando bien!
Señores jugábamos contra el Depor, no contra el Ferrol, con todos mis respetos hacia ellos. Jugamos contra un equipo que, aunque con uno menos, está clasificado por encima de nosotros y a 2 puntos de Europa. ¿Que pasa?, que porque juega con uno menos ya le hay que meter tres, os recuerdo que nosotros empatamos contra el todopoderoso Valencia jugando gran parte del partido en inferioridad.
No voy a perder mas tiempo con esto, seguro que muchos de los que pitaron no vieron el gol de Diego Castro porque se fueron antes de acabar pa no pillar atascos y los que quedaron aplaudieron como el que mas al acabar en partido, en fin ¡cosas del fútbol!