miércoles, 7 de abril de 2010

Epidemia rojiblanca

Resulta que yo tenia pensao hablar hoy del tema del día, osea Messi, pero al abrir el correo me encontré con esti texto y en cierta medida me siento reflejado pero... ¿¿¿seré YO SOLU???, os lo transcribo tal cual, leed y luego me contáis, lo de Messi quedará pa otru día.
Lunes. Son las nueve de la mañana. Un centro de salud en Gijón.

-Buenos días, doctor.
-Buenos días.Dígame, ¿qué le pasa?
-Vivo sin vivir en mí, doctor. No sé lo que me sucede.Ando nervioso, de un lado para otro,…
-¿Pero qué síntomas tiene?
-Muy raros, doctor, muy raros. Por ejemplo, después de trabajar toda la semana, llega el viernes y yo sólo tengo ganas de que llegue el domingo por la tarde; soy capaz de pasar más de dos horas sentado a la intemperie en pleno invierno, soportando frío y lluvia; cuando mejora el tiempo, y el sol comienza a calentar, me pongo manga corta, pero aún así, no me quito la bufanda…
-Uy, uy, uyyyy,…¿ de que color suele ser la bufanda?
-Siempre, rojiblanca.
-Me lo temía. Pues eso va a ser “esportinguismo”.
-¿Esportinguismo, doctor? ¿Y eso es grave?
-Bastante; si señor, bastante. De mano le diré que no tiene cura y que va a tener que convivir con su esportinguismo toda la vida.
-¿Qué me dice, doctor? ¿Y no hay algún método paliativo? No sé alguna píldora milagrosa que sirva de antídoto a esta pasión rojiblanca.
-Hombre, hay unas píldoras de color azul, pero esas creo que le darían más satisfacciones a su mujer que a usted.
-Dios mío, Dios mío. Es terrible. Y lo que más me preocupa es que comienzo a notar síntomas parecidos en mi hija.
-No me extraña. El esportinguismo es hereditario. Se transmite de padres a hijos en la mayoría de los casos.
-Pero es que mi mujer no es mi descendiente y también presenta estos síntomas.
-Eso es porque el esportinguismo, además de hereditario, es altamente contagioso y se transmite a todo aquél que convive habitualmente con el afectado.
-Esto es terrible. ¿Qué puedo hacer, doctor?
-Poca cosa. Continúe usted sacando su abono todos los años (con su correspondiente recargo) y no se olvide de pagar sus días del club, tres cada temporada. Y anímese, que más se perdió en Cuba.
-Sí, doctor. Adiós y muchas gracias.
(…)
-¡Siguiente!
-Buenos días, doctor.
-Buenos días. Dígame, ¿qué le pasa?
-No estoy seguro, pero esta mañana al levantarme ha sido ver las rayas rojas y blancas de la pasta de dientes y me han entrado unas ganas terribles de gritar ¡PUXA SPORTING!
-Dios mío. Esto es más grave de lo que yo pensaba. Enfermera, avise inmediatamente a la Dirección del SESPA, al Ministerio de Sanidad y a la OMS: estamos ante una epidemia de esportinguismo.
-¿Una epidemia, doctor?
-Sí. Y eso que habíamos tomado todo tipo de medidas para evitar que la enfermedad se extendiera: subida exagerada de los abonos, falta de fichajes ilusionantes, todo tipo de incomodidades en un estadio en obras y sin techo, fútbol los lunes,…Todo ha sido inútil. Está visto que no pueden ponerse puertas al campo. El esportinguismo se extiende sin remedio.


Pues eso, ¡¡¡ Puxa Sporting !!!

2 comentarios:

  1. dioss respigueme jajaja
    pero...
    tamos tos contagiaos...
    PUXA SPORTING!!!!!

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  2. yo también me respigué

    y mucho me gusta eso de no tener cura

    Aupa Sporting

    P.D.: Enhorabuena por su blog y por su campaña contra Pepín Braña, el impresentable
    Cuentan con todo mi apoyo

    Fdo: El Marqués del Infanzón

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