When reading the book that deal every game in the Molinón, I found the surprise of many years ago, when football was nothing more than a sport, the referees also arbitrated for large. What I wonder is if some day the Sporting is a great for the referees, for me as it is today.
PARA RECORDAR
Los viejos del lugar, que prefiero llamar veteranos y sabios, recuerdan el gran acontecimiento de El Molinón cuando eran niños y todavía no se había creado la Liga Nacional de Foot-ball. El Real Sporting era campeón de Asturias y Cantabria, mientras que el F.C. Barcelona lo era a su vez de Cataluña y Aragón. En el primer encuentro correspondiente a cuartos de final para el Campeonato de España el Sporting había perdido por 2-0 y el partido de vuelta se celebraba en el El Molinón el domingo día 13 de abril de 1924 con lleno a rebosar, previa una controladísima venta de entradas ante una demanda histórica.
Según las crónicas, el Ayuntamiento se vio obligado a intervenir regulando el tránsito de carruajes, tranvías y público que acudía a El Molinón. También fue necesario instalar gradas adicionales de madera.
Los gijoneses, con un equipo formado por Amadeo en la portería, Germán y Jesús en la defensa; Bango, Meana y Corsino formando la mítica línea medular, y en la delantera, Domingo, Arcadio “El Pilu”, Morilla, Bolado y Manolín Argüelles, tras un partido memorable, vencieron a un Barcelona cuajado de internacionales.
Tal era la expectación y el énfasis de la afición sportinguista que el alcalde, Don Enrique Zubillaga, hizo pública una nota pidiendo deportividad y respeto para los jugadores del equipo catalán, pues parece ser que el trato recibido por los rojiblancos en Barcelona se había caracterizado por el juego duro y la permisividad del árbitro, que propició la lesión del internacional Manolo Meana, entre otros.
Resultado final en El Molinón: 2-0 a favor de nuestro equipo, marcados por Arcadio “El Pilu”.
El partido de desempate tuvo lugar en el madrileño campo Metropolitano el miércoles siguiente, día 16, y fue cuando se produjo un hecho que hizo historia en el fútbol traspasando nuestras fronteras.
Los rojiblancos, ya recuperado Manolo Meana, presentaron la misma alineación de los dos partidos anteriores, y de nuevo Arcadio “El Pilu” abrió el marcador a favor del Sporting, lo que espoleó más aún el desastroso arbitraje del Sr. Colina que, desde el comienzo, dejó notar su inclinación a favor de los catalanes ante las
constantes protestas del público madrileño, del todo imparcial en este caso.
El “referee” no señaló un claro penalti a favor del Sporting, anuló un gol a Meana, mientras que las durísimas entradas causaron fuertes contusiones a nuestros jugadores. En un córner contra la portería de Amadeo los catalanes lograron un
gol sujetando al portero sportinguista, lo que le impidió saltar. La bronca fue mayúscula, y el propio Amadeo decidió abandonar el campo, siendo secundado por el resto del equipo, que le siguió a los vestuarios.
El representante federativo, Sr. Maura, convenció al capitán Manolo Meana para que volviesen al terreno de juego y que posteriormente hiciesen una reclamación que sería atendida en su justa medida.
Los jugadores del Sporting volvieron al campo, pero los catalanes se negaron entonces a jugar, alegando que había transcurrido demasiado tiempo desde la retirada. La Federación Española finalmente dio vencedor al F.C. Barcelona por
2-1 y ante la reclamación del Sporting lo más que se consiguió fue la sanción de un mes para el colegiado Sr. Colina.
Vamos, que también hace casi noventa años, el pez grande se comía al chico. Pese al lamentable percance, el presidente del Sporting, Don Ismael Figaredo, obsequió a sus jugadores con un almuerzo-homenaje.
Esperemos que dentro de noventa años nuestros nietos recuerden la gran expectación del partido de hoy y, por supuesto, con otra victoria rojiblanca.
JANEL CUESTA
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