El Sporting viajaba a Almería, a un campo donde el mayor logro había sido un empate, con la imperiosa necesidad de ganar, si realmente quería seguir optando a algo grande en esta liga. Y ganó, y lo hizo además de forma justa, sin cometer errores y con un jugador menos durante la última media hora.
El partido ante un Almería, tercer clasificado, pero en racha negativa, se presentaba difícil, pero este equipo está cambiando, empieza a saber competir y ayer lo hizo muy bien. Ni la lesión de Cuellar al cuarto de hora de partido, ni la injusta expulsión de Lora a falta de media hora, ni la casera actuación arbitral, consiguieron que el Sporting se descompusiera.
Ayer demostró ser un equipo compacto, donde es muy difícil destacar a nadie porque todos cumplieron a la perfección, cada uno en su papel. La defensa estuvo muy seria en todo momento, tal es así que el Almería no fue capaz de crear una sola ocasión clara. El centro del campo con Bustos y Cases no dejó pensar en ningún instante a los jugadores locales. Sangoy y Jara, que hizo un gran gol, ayudaron mucho a sus laterales y Trejo volvió a estar de diez, tanto en ataque como en las ayudas defensivas, que tan necesarias fueron en el último tramo del partido.
Los tres puntos de ayer nos dejan a la misma distancia, ocho puntos, de los puestos de promoción, y nos alejan a once de la zona de descenso. Lo mas importante es que el equipo se crea que puede llegar, aunque es muy difícil y casi no se puede fallar, pero las sensaciones que deja son cada vez mejores. Partidos como el de ayer sirven para que podamos seguir soñando, hay que seguir, y seguir sumando de tres en tres.
El sábado viene el Castilla, pero hoy quiero disfrutar de la victoria y porque no, seguir soñando.
¡¡¡¡PUXA SPORTING!!!!
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