Si, el próximo sábado, contra el Rayo, hay que llenar el Molinón, pero de gente convencida para la causa, de nada vale que al primer fallo, al primer error, a la primera contrariedad, las cañas se tornen lanzas y los ánimos en silbidos contra los nuestros.
En el partido contra el Zaragoza, hace quince días, el campo presentaba un aspecto increíble, con las gradas llenas, pero la gente no apretó como ya se hizo otras veces, sólo recuerdo una jugada, una en todo el partido, en la que los silbidos del público, después del golpe que recibió Lora en la banda, provocaron una pérdida de balón de la defensa visitante, que dió lugar a aquella clara ocasión de Barral que paró Roberto, fue el único momento del partido donde el público apretó de verdad, el resto, como siempre, cánticos desde el fondo sur, y cuando el equipo contrario se pone por delante quejas, pitos y demás.
Por eso, lo que pido para el sábado, es un público que apriete de verdad, que pite a cada jugador del Rayo, como si todos fuesen Michu, que sientan desde antes de empezar, quien es el equipo que se juega algo en el partido y que tiene una afición que lo va a dar todo para que los puntos queden en casa. El sábado no se puede esperar que sea el equipo el que anime al público, tiene que ser la gente la que empuje al equipo.
Hay que olvidar la nefasta temporada que llevamos, olvidarse de Fernández y de Clemente y centrarse en lo que nos jugamos, seguir vivos una jornada mas, con nuestros deberes hechos y a la espera de otros nos hagan favores, como este fin de semana.
¿Soy repetitivo?, quizás. ¿Siempre pido lo mismo?, puede. Pero, soy del Sporting y cada vez creo más en los milagros. Mientras hay una sóla opción, seguire creyendo.
¡¡¡¡PUXA SPORTING!!!!
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