Después de los resultados de la pasada jornada, y de la derrota del sábado contra un rival mas que directo, lo único que nos puede salvar del descenso es un milagro.
Las distancias con los equipos que nos preceden en la clasificación cada vez son mas grandes, la salvación se sitúa a siete puntos, y las sensaciones que despide este equipo son contradictorias, hay momentos en los que parece que se puede y otros en los que no se sabe a que juegan.
El partido del sábado, lo ganó el equipo mas listo, el que mejor supo gestionar la ansiedad que provoca estar ahí abajo. Sin ser mejores que nosotros, el Zaragoza vino a proponer su partido y lo consiguió,la propuesta estaba clara desde el principio, no había que dejar jugar al Sporting, el partido no podía tener ritmo y a base de faltas, brusquedades, lipotimias repentinas de sus jugadores y la permisividad de un arbitro cántabro(¿no los habrá de otras comunidades que no se están jugando tanto como nuestros vecinos?), sólo les quedaba esperar que algún error defensivo del Sporting les sonriese la fortuna para adelantarse en el marcador, y ese error llegó en forma de despiste de Eguren, que mal colocado(habiendo jugadores específicos para ese puesto, no debe jugar de central un tío que no lo es) rompe el fuera de juego y habilita a Postiga para hacer el 0-1. A partir de ahí, mas faltas, parones, desmayos y así es muy difícil jugar para cualquier equipo.
Aún así el equipo logró empatar y meter al Zaragoza en su área, sin ocasiones claras, pero dominando el partido. Los maños esperaban su momento, y ese llegó cuando todos nos resignabamos con el empate, en el descuento cuando mas duele.
Desde aquí apelar a la profesionalidad de los jugadores, cabe exigir que se dejen las piel hasta el último minuto del último partido, ellos son en parte culpables de esta situación, los otros culpables está mas arriba y llevan años engañando a la afición, cuando sea el momento habrá que pedir responsabilidades, por ahora sólo queda soñar con un milagro. Hoy mas que nunca:
¡¡¡¡PUXA SPORTING!!!!
P.D. Todos los que seguís el blog, sabéis de mi afición al balonmano y en concreto al Gijón Jovellanos, pues bien, el sábado después del disgusto del Molinón, nos fuimos al pabellón de la Arena, a verlos jugar contra el líder, el equipo B del Barça, que sólo había perdido un partido en toda la liga y que el sábado perdió el segundo. Desde aquí darle la enhorabuena a ese grupo de gente, que con muy pocos apoyos, está despertando en Gijón una ilusión desconocida, al menos para mi, por el balonmano.
Buscan otro sueño, el de la ASOBAL, y como soñar es gratis, quien sabe quizás se haga realidad.
Unos segundos del ambiente que se vive en la Arena
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